ESTROMATOLITOS, GIGANTES VIVIENTES EN BACALAR





Por Alberto Barrios

Son rocas vivientes. Misteriosas. Solo subsisten en un puñado de lugares en el mundo. Nadie sabe cuándo llegaron, aunque parece que sí se sabe para qué llegaron. Podrían ser uno más de los instrumentos que Dios utilizó para crear vida en el planeta azul. Y existen en la península yucateca, al sur de Quintana Roo, en Bacalar, en la Laguna de los Siete colores, en donde poco a poco, a golpe de reportajes televisivos y expediciones científicas, los pobladores van reconociendo la importancia de estos gigantes del pasado vivos, que son parte ahora de una estrategia promocional turística.
Son los estromatolitos.
“¿¿¿¡¡¡Estro…qué!!!???, pregunta asombrado Venustiano Canché, un vendedor de machacados nativo de Bacalar, un poblado frente a la laguna, que es donde se localizan estas asombrosas piedras.
Pero una señora que compra machacados le aclara: “Sí, Don Venustiano, yo acabo de verlo en la tele, en ese programa de cantantes que acaban de estar allá por Xcaret… Telehit… ahí vi que dijeron que había unas piedras bien raras por los rápidos de la Laguna. Yo ya las había visto, pero no sabía qué eran. Bueno, tampoco ahora lo sé, pero salió en la tele.”
Desconocen ambos que investigadores y científicos de la NASA, del Instituto Smithsoniano, la Escuela de Ciencias Marinas y Atmosféricas Rosentiel de la Universidad de Miami investigan detenidamente desde hace algunos años las características de estas piedras vivientes que fueron cruciales en el proceso de la vida en nuestro planeta. Igualmente no saben que a principios de años en este recién creado Municipio de Quintana Roo se reunieron científicos de todo el mundo, incluidos quintanarroenses, para intercambiar información sobre estas asombrosas piedras vivientes, vestigios del principio de la vida como la conocemos.
La Wikipedia explica que “los estromatolitos o camas de piedra son fruto de células que se agrupan en colonias formando rocas sedimentarias. Las células fosilizadas más numerosas se encontraron en tales rocas originadas al borde de mares cálidos. Al examinarlas en corte al microscopio, se distinguen muchas capas superpuestas en finas láminas apiladas unas sobre otras en las que sólo la capa superficial contiene organismos vivos. Estas rocas son pues el resultado de la unión de minúsculos seres unicelulares, las cianobacterias, que viven en mares cálidos y en aguas poco profundas. Las rocas se forman muy lentamente, capa sobre capa, al morir las células de una capa, depositarse el carbonato cálcico de sus paredes sobre la capa anterior y formarse sobre ellas una nueva capa viva.”
Hace millones de años arrecifes de estromatolitos cubrían parte del mar, produciendo oxígeno de forma masiva, lo que fue causa de la primera extinción en masa del planeta y provocó un cambio drástico en la atmósfera terrestre, notable hasta nuestros días.
Actualmente solo existen en la costa oeste de Australia, en las Bahamas, en el Mar Rojo, en Lagoa Salgada zona de Río de Janeiro (Brasil), en salares de la Zona Norte de Chile, como el Salar de Llamara, n Laguna Amarga, Parque Nacional Torres del Paine, Región de Magallanes, Chile y se registran sitios que se remontan al Proterozoico en San Juan de Marcona, Perú y en Cuatrociénegas, Coahuila y la Laguna de Bacalar, en Quintana Roo.

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