Para José Alfredo Vilchis Bravo, gerente del inmueble,
sin playas los cancunenses son una especie en peligro de extinción
Las siete columnas del Krystal, en Punta Cancún, son un ícono en la mercadotecnia promocional no sólo de las instalaciones de éste que fue uno de los hoteles propiedad de la célebre escritora Yolanda Vargas Dulché y de su esposo Guillermo de la Parra Loya, sino del propio destino turístico, ya que en los 80 formaron parte de la promoción oficial de la OVC.
Por eso, cuando la cadena NH Krystal remodeló, en el 2006, el hotel tras el paso del huracán “Wilma” lo único que no se tocó fueron estas emblemáticas columnas que tienen un gran significado en la historia del hotel y de sus propietarios originales, ya que representan a los siete integrantes de la familia Parra Dulché: los fallecidos esposos Yolanda Vargas Dulché y Guillermo de la Parra Loya, así como a sus cinco hijos, Manelick, Krystal, Emoe, Iddar y Tonatiuh.
Guillermo de la Parra poseía incluso en Cuernavaca una residencia llamada también La Casa de las Siete Columnas, con un número similar de columnas; otro detalle es el nombre del restaurante del hotel, Hacienda El Mortero, que también corresponde al de una hacienda que de la Parra poseía en el municipio de Súchil, Durango.
Inaugurado en el año 1981, el hotel Krystal retomó hace cosa de un año su nombre de soltero tras deshacerse la sociedad con el consorcio español NH con el que mantuvo una relación de negocios durante 10 años.
Localizado en Punta Cancún, recién reestrenó playas tras pasar años resintiendo el fuerte oleaje que se estrellaba directamente contra sus estructuras. Mantiene una cartera de clientes fieles que lo visitan cíclicamente –mexicanos muchos de ellos- y una estrategia promocional basada en la calidad del servicio y al trabajo conjunto de los 200 empleados, encabezado por José Alfredo Vilchis Bravo, quien ha sido el gerente del Krystal gran parte de los 28 años de operación del recinto.
Este hotelero cincuentón, de rostro serio y adusto, de hablar directo y contundente, es también secretario técnico de la Asociación de Hoteles, representante del Club de Gerentes y ejecutivo orgulloso de la baja rotación del hotel Krystal y de la solidaridad del personal hacia causas sociales.
RETOMAN EL NOMBRE
En entrevista con La Voz de Quintana Roo, Alfredo Vilchis atribuye a “ciclos que concluyen” el término de la relación de negocios que mantuvieron durante 10 años con el consorcio español NH.
Niega una baja en la ocupación tras la disociación con el NH, principalmente porque “el nombre Krystal siempre ha sido reconocido por los turistas, principalmente los nacionales. Siempre fuimos Krystal”, explica y recuerda incluso que cuando comenzó la relación con la cadena NH se planteó desaparecer el nombre Krystal, “a lo que me opuse rotundamente”.
Después de 10 años con NH decidimos concluir la relación y continuar con el nombre “de soltero” con una operadora de hoteles denominada Santa Fe, mediante la cual se manejan algunos Hilton, como el de Guadalajara y el de Monterrey, así como los hoteles Krystal de Cancún, Ixtapa y Vallarta.
Vilchis recuerda que el Krystal tenía “las mejores playas de Cancún, pero desafortunadamente el huracán ‘Gilberto’ rompió los arrecifes y entonces se perdieron. Ocasionalmente tuvimos un poco de playa, pero en los últimos años nos habíamos quedado sin nada. Afortunadamente, después de muchas pláticas y pleitos, logramos ponernos de acuerdo para que se recuperen las playas, con excelentes resultados. Ya vivíamos cosas terribles: los turistas venían a los hoteles de Cancún como si fuesen a un barco porque no podían bajar a la playa y los cancunenses estuvimos a punto de ser una especie en peligro de extinción”.
¿Crees factible este programa
de mantenimiento de las playas, que contempla una inversión
millonaria?
Sí, es factible y necesario, no hay vuelta de hoja. Ese es el camino. Tal vez habrá que analizar los cálculos técnicos, mejorarlos para obtener mejores resultados.
¿De dónde va a salir el dinero?
De la recaudación de impuestos, del Fideicomiso de Recuperación de Playas.
¿Qué opinión te merece
como se lleva la promoción
institucional de Cancún?
Finalmente tenemos que promover las playas, el sol, pero también la arqueología, los cenotes, parques temáticos, excursiones, la calidad de los hoteles y nuestra vocación de servicio turístico.
¿Por qué los turistas se concentran en los hoteles y ya no circulan por la ciudad?
Antes los turistas iban al centro, pero ahora no, ¿por qué? La respuesta es muy sencilla ¿a qué queremos que vaya el turista a la ciudad?, ¿a Wal–Mart que es el único atractivo que ellos conocen? Es un tema que requiere un plan integral, una nueva imagen del centro de Cancún, un bonito Palacio Municipal, un parque de las Palapas con actividades, con atractivos, no solamente para la gente local, sino para los turistas.
Desde mi punto de vista, los turistas no van al centro de Cancún porque no tienen a qué ir. Además, tenemos mucho por hacer en la parte social, porque no es fácil que los empleados y colaboradores comprendan y acepten el concepto de la calidad en el servicio a otorgar a los visitantes cuando ellos mismos no lo disfrutan, porque muchas de las personas que trabajan como camaristas, bell boys o meseros viven en condiciones difíciles. Creo que es algo que tiene que cambiar.
¿Plan europeo o Todo
Incluido, qué es mejor?
Los huéspedes en su mayoría están buscando el servicio Todo Incluido, porque les garantiza el costo del viaje. Cuando empezó la comercialización del Todo Incluido la mayoría de los servicios que ofrecían los hoteles no eran de la mejor calidad, pero en la actualidad tenemos hoteles con una extraordinaria calidad de servicios Todo Incluido. Debe de haber todo tipo de oferta, pero el Todo Incluido llegó para quedarse.
sin playas los cancunenses son una especie en peligro de extinción
Las siete columnas del Krystal, en Punta Cancún, son un ícono en la mercadotecnia promocional no sólo de las instalaciones de éste que fue uno de los hoteles propiedad de la célebre escritora Yolanda Vargas Dulché y de su esposo Guillermo de la Parra Loya, sino del propio destino turístico, ya que en los 80 formaron parte de la promoción oficial de la OVC.
Por eso, cuando la cadena NH Krystal remodeló, en el 2006, el hotel tras el paso del huracán “Wilma” lo único que no se tocó fueron estas emblemáticas columnas que tienen un gran significado en la historia del hotel y de sus propietarios originales, ya que representan a los siete integrantes de la familia Parra Dulché: los fallecidos esposos Yolanda Vargas Dulché y Guillermo de la Parra Loya, así como a sus cinco hijos, Manelick, Krystal, Emoe, Iddar y Tonatiuh.
Guillermo de la Parra poseía incluso en Cuernavaca una residencia llamada también La Casa de las Siete Columnas, con un número similar de columnas; otro detalle es el nombre del restaurante del hotel, Hacienda El Mortero, que también corresponde al de una hacienda que de la Parra poseía en el municipio de Súchil, Durango.
Inaugurado en el año 1981, el hotel Krystal retomó hace cosa de un año su nombre de soltero tras deshacerse la sociedad con el consorcio español NH con el que mantuvo una relación de negocios durante 10 años.
Localizado en Punta Cancún, recién reestrenó playas tras pasar años resintiendo el fuerte oleaje que se estrellaba directamente contra sus estructuras. Mantiene una cartera de clientes fieles que lo visitan cíclicamente –mexicanos muchos de ellos- y una estrategia promocional basada en la calidad del servicio y al trabajo conjunto de los 200 empleados, encabezado por José Alfredo Vilchis Bravo, quien ha sido el gerente del Krystal gran parte de los 28 años de operación del recinto.
Este hotelero cincuentón, de rostro serio y adusto, de hablar directo y contundente, es también secretario técnico de la Asociación de Hoteles, representante del Club de Gerentes y ejecutivo orgulloso de la baja rotación del hotel Krystal y de la solidaridad del personal hacia causas sociales.
RETOMAN EL NOMBRE
En entrevista con La Voz de Quintana Roo, Alfredo Vilchis atribuye a “ciclos que concluyen” el término de la relación de negocios que mantuvieron durante 10 años con el consorcio español NH.
Niega una baja en la ocupación tras la disociación con el NH, principalmente porque “el nombre Krystal siempre ha sido reconocido por los turistas, principalmente los nacionales. Siempre fuimos Krystal”, explica y recuerda incluso que cuando comenzó la relación con la cadena NH se planteó desaparecer el nombre Krystal, “a lo que me opuse rotundamente”.
Después de 10 años con NH decidimos concluir la relación y continuar con el nombre “de soltero” con una operadora de hoteles denominada Santa Fe, mediante la cual se manejan algunos Hilton, como el de Guadalajara y el de Monterrey, así como los hoteles Krystal de Cancún, Ixtapa y Vallarta.
Vilchis recuerda que el Krystal tenía “las mejores playas de Cancún, pero desafortunadamente el huracán ‘Gilberto’ rompió los arrecifes y entonces se perdieron. Ocasionalmente tuvimos un poco de playa, pero en los últimos años nos habíamos quedado sin nada. Afortunadamente, después de muchas pláticas y pleitos, logramos ponernos de acuerdo para que se recuperen las playas, con excelentes resultados. Ya vivíamos cosas terribles: los turistas venían a los hoteles de Cancún como si fuesen a un barco porque no podían bajar a la playa y los cancunenses estuvimos a punto de ser una especie en peligro de extinción”.
¿Crees factible este programa
de mantenimiento de las playas, que contempla una inversión
millonaria?
Sí, es factible y necesario, no hay vuelta de hoja. Ese es el camino. Tal vez habrá que analizar los cálculos técnicos, mejorarlos para obtener mejores resultados.
¿De dónde va a salir el dinero?
De la recaudación de impuestos, del Fideicomiso de Recuperación de Playas.
¿Qué opinión te merece
como se lleva la promoción
institucional de Cancún?
Finalmente tenemos que promover las playas, el sol, pero también la arqueología, los cenotes, parques temáticos, excursiones, la calidad de los hoteles y nuestra vocación de servicio turístico.
¿Por qué los turistas se concentran en los hoteles y ya no circulan por la ciudad?
Antes los turistas iban al centro, pero ahora no, ¿por qué? La respuesta es muy sencilla ¿a qué queremos que vaya el turista a la ciudad?, ¿a Wal–Mart que es el único atractivo que ellos conocen? Es un tema que requiere un plan integral, una nueva imagen del centro de Cancún, un bonito Palacio Municipal, un parque de las Palapas con actividades, con atractivos, no solamente para la gente local, sino para los turistas.
Desde mi punto de vista, los turistas no van al centro de Cancún porque no tienen a qué ir. Además, tenemos mucho por hacer en la parte social, porque no es fácil que los empleados y colaboradores comprendan y acepten el concepto de la calidad en el servicio a otorgar a los visitantes cuando ellos mismos no lo disfrutan, porque muchas de las personas que trabajan como camaristas, bell boys o meseros viven en condiciones difíciles. Creo que es algo que tiene que cambiar.
¿Plan europeo o Todo
Incluido, qué es mejor?
Los huéspedes en su mayoría están buscando el servicio Todo Incluido, porque les garantiza el costo del viaje. Cuando empezó la comercialización del Todo Incluido la mayoría de los servicios que ofrecían los hoteles no eran de la mejor calidad, pero en la actualidad tenemos hoteles con una extraordinaria calidad de servicios Todo Incluido. Debe de haber todo tipo de oferta, pero el Todo Incluido llegó para quedarse.
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