EXPLOTACIÓN SEXUAL Y LABORAL EN EL PARAÍSO




Por Alberto Barrios

Ante la explotación sexual y laboral que se registra en el paraíso, autoridades, empresarios y ciudadanía en general, se desentienden del problema, pese al riesgo socio económico de que el destino turístico sea víctima de una organizada campaña de desprestigio por parte de ONG´s especializadas en el tema, tal y como le sucedió a Thailandia.
La trata de personas en Quintana Roo, a través de la explotación laboral forzada, la explotación sexual y comercial infantil, la explotación a través de la mendicidad, servidumbre y la prostitución forzada, está profundamente inserta en el tejido social convirtiéndose en una práctica normalizada que incluso es negada hasta por los propios ciudadanos que la perciben como “problema de otros”.
Un amplio y detallado estudio elaborado por la firma Redes de la investigadora Marisol Vanegas Pérez para la Secretaría de Turismo ha colocado nuevamente en el escenario estas añejas práctica que lastiman y laceran a miles de individuos, que cuestionan el marco legal y las acciones punitivas en un ámbito de preocupación por parte de la comunidad empresarial hotelera temerosa del impacto negativo en la imagen del destino turístico ante la permisividad y complicidad de las autoridades.
Conocedor del estudio, Rodrigo de la Peña, Presidente de la Asociación de Hoteles ha externado su preocupación por los efectos que podría ocasionar al destino turístico su tipificación como un destino de explotación sexual infantil.

EXPLOTACION LABORAL EN HOTELES Y RESTAURANTES

El Estudio determina que el sector hotelero y restaurantero en el Caribe mexicano presenta prácticas muy arraigadas de explotación laboral que son aceptadas dentro de lo común por los trabajadores. Es común que algunas de estas prácticas sean iniciativas de los mandos gerenciales como medidas de presión por mejorar resultados, lo cual significa que las empresas niegan llevar a cabo estas prácticas.

Aunque existen evidencias de estas prácticas, ante las Juntas de conciliación se presentan en diferentes términos y se logran acuerdos “bajo la mesa”.
Las situaciones más frecuentes son:

Acoso sexual: Las trabajadoras son constantemente intimidadas para conceder privilegios sexuales a sus compañeros y jefes. Esto es muy común entre los puestos de meseras y camaristas. La práctica es acoso-hostigamiento y presión para darse de baja. Pocas veces los casos son denunciados.

Lista negra: Un secreto a voces que es común entre los gerentes y las asociaciones de recursos humanos, y consiste en “boletinar” a los trabajadores que incurren en actos que las empresas desaprueban, una práctica que la Asociación de Profesionales en Recursos Humanos que preside Guadalupe Carmona prefiere no abordar claramente aunque acepta que “no deben existir, porque se puede dañar a personas si la información es falsa.”

Firma anticipada de renuncia voluntaria: Esta práctica es exclusiva para los puestos de confianza ya sean mandos medios o gerenciales.

Pagadurías, Cooperativas o asociados corporativos: Para los niveles operativos, muchas empresas subcontratan los servicios de pagadoras con lo que la empresa se exime de cualquier responsabilidad laboral.
El caso particular de los ejecutivos o “asociados corporativos” éstos reciben su liquidación de manera mensual, evitando con esto, crear antigüedad.

Renovaciones de contratos: Se trata de renovar contrato laboral cada 28 días, hasta por 18 meses. Entre cada firma de contrato, se le dan tres días de baja, después de lo cual se le puede volver a contratar


Horas extras y dobles turnos: Las horas extras para los puestos de confianza son inexistentes. Para los puestos operativos éstas tienen un tope máximo, después del cual, las horas extras adicionales se pagan con días de descanso.
Es común los dobles turnos de trabajo pero ante la negativa de cubrirlo hay represalias y hostigamiento.

Días solidarios: se emplean en temporada baja. Consiste en otorgar hasta 8 días de permiso sin goce de sueldo y sin sufrir la baja de su trabajo. Las empresas reducen de manera inmediata sus costos de nómina y alimentación.

Maltrato y tratos humillantes. Los casos más comunes son de mandos medios hacia subordinados, y de los propios clientes

Equipos y materiales insuficientes: La falta de equipos y suministros es otra de las situaciones frecuentes.

(LEER EL ESTUDIO COMPLETO SOBRE EXPLOTACION LABORAL)

TRATA DE PERSONAS CON FINES SEXUALES

Segmentado el análisis en trata de personas -basado éste en un informe de la PGR-, trata de personas en el sector turismo y la explotación laboral turística, las conclusiones abarcan aristas lo mismo legales, como la necesidad de que las leyes estatales criminalicen tanto a consumidores del turismo sexual infantil como a quienes lo permiten.
Retoma la investigación un documento de la PGR que ubica a Quintana Roo como la entidad con mayor índice por trata de personas, seguida por Yucatán, Campeche, Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Distrito Federal, Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Tabasco, Tamaulipas, Baja California, Sinaloa, Sonora, Jalisco y Chihuahua, que son las regiones que concentran 90% de la trata de personas, principalmente mujeres y niños y en donde, incluso, se tienen habilitados casas de seguridad para disfrazar este delito.
Los tres estados de la Península encabezan las listas de los estados con mayor trata de personas, siendo los aeropuertos de Cancún y Mérida dos puntos estratégicos de ingreso al país para quienes lucran con las vidas de otros. Según la Procuraduría General de la República, entre 18,000 y 20,000 personas al año, mujeres, niños y hombres, son transportadas vía aérea a Estados Unidos, Europa y Rusia para fines de explotación sexual, trabajo, adopción, pornografía infantil y pederastia.
En este contexto, la trata de personas vinculadas al sector turismo “está en expansión” facilitada por el neoliberalismo, la globalización y el intercambio de los flujos migratorios y por las propias condiciones de este segmento económico asociado a una intensa movilización de personas, dinero, empleos y servicios.
Nuestro país es considerado destino de turismo sexual, especialmente Tijuana, Cancún y Acapulco. Para este último destino se reporta la situación más grave en cuanto a explotación sexual comercial de menores, para el turista. La explotación sexual de menores, a través de internet ocupa el tercer lugar como delito cibernético.
Para el caso específico de Cancún y la Riviera Maya La explotación sexual dirigida al sector turístico es visible a través de ofertas de paquetes de viajes que incluyen servicios sexuales en lugares semi clandestinos, en muchos casos en negocios aprobados y regulados por la autoridad (Masajes, Escorts, bares, Table), en tanto que los servicios sexuales de menores se ofrecen por Internet y medios impresos locales.
En la prostitución forzada es evidente la red de complicidades entre los establecimientos “tolerados” y las autoridades, que utilizan a mujeres mexicanas, originarías de localidades rurales y urbanas pobres, así como extranjeras que en ambos casos son atraídas y retenidas con engaños y promesas de trabajo falsos. Para retenerlas, el sistema involucra contraer altas deudas de viaje generadas, compromisos “morales” con los familiares y personas que las insertan en la red, retención de documentos y amenazas. Es frecuente obligarlas al consumo de drogas y alcohol como medio para facilitar la inserción.
Otra forma de explotación son las redes organizadas que traen indígenas a las redes de mendicidad. Hay al menos tres grupos: indígenas, discapacitados y ancianos. La autoridad municipal tolera y consiente la mendicidad, y se beneficia económicamente de ella. Existen grupos de delincuencia organizada que utilizan a estos grupos como “vendedores ambulantes” y narcomenudistas. En Cancún operan redes de hasta 200 integrantes entre vendedores de artesanías, de dulces y mendigos involucrando desde bebés de 3 meses de edad hasta ancianos de más de 75 años.
La percepción ciudadana es de negación del problema, en donde el problema es “de otros”, ajenos a su entorno, migrantes. Esto es común en ciudades de alto crecimiento y baja identidad.

LAS CONSECUENCIAS ECONOMICAS

La Organización Mundial del Turismo, organismo subsidiario de Naciones Unidas (UNWTO por sus siglas en inglés) mantiene como prioritario el tema de la explotación sexual infantil que aborda conjuntamente con gobiernos y ONG’s, con la finalidad también de evitar los impactos negativos del problema para la propia actividad turística.
De acuerdo al estudio elaborado por la investigadora Marisol Vanegas, “en la medida que es conocida la presencia en un destino de la explotación sexual infantil o la explotación sexual comercial, tiene un efecto de rechazo de otros mercados, como sería el mercado familiar; pero también una tendencia a “castigar” esas prácticas que a su vez muy frecuentemente está asociadas a otras formas de delitos como la asociación delictuosa y el narcotráfico. En la medida que esta problemática no se combate, se está favoreciendo el desarrollo de otras formas delictivas que minan la seguridad y salud social.
Otro punto a destacar es que estos delitos igualmente se relación con los temas de sustentabilidad y beneficio local. “En el esquema actual, los destinos y los servicios turísticos son presionados principalmente por las grandes operadoras para que cumplan con pautas de calidad. Algunos conceptos que se incorporan con fuerza a éste han sido la sustentabilidad y los derechos del turista, y el fenómeno de Trata de personas va en contra de cualquier criterio de sustentabilidad y calidad en el turismo.”
Por consiguiente, en cuanto a prevención se refiere se recomienda al sector empresarial “un conjunto de acciones encaminadas a evitar que ocurra el hecho”, como son la incorporación de una política corporativa ética, que regule y reglamente al interior de las empresas las acciones especificas para detectar posibles casos de trata de personas y sus mecanismos de intervención que no solo atiendan el fenómeno sino que eviten su reaparición, así como incorporar en los diferentes cursos de inducción y formación del personal sobre todas las posibles formas de presentación de la trata de personas y mecanismos de coacción existentes para desarrollarla.
Por su parte, las oficinas de turismo deben “desarrollar materiales para entregar a los turistas, a agentes locales de enlace y contacto con los turistas y a las empresas de receptivos”, así como campañas para mejorar la imagen del destino que enfatice el daño que la Trata le ocasiona a los destinos. Incluso promover mecanismos de certificación de los destinos turísticos en materia de prevención y atención de la trata de personas que impriman un sello de destino seguro y a su vez que comunique a los visitantes la preocupación de las instituciones por su seguridad y la de la comunidad.

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