PARA LOS CHINOS, TODO EL APOYO; A LOS PORTOMORELENSES SOLO PROMESAS

Por Alberto Barrios

Para los chinos, infraestructura, apoyos fiscales, servicios, facilidades y hasta promoción turística. Exactamente lo que les prometió el gobernador saliente, Felix González Canto a los mexicanos portomorelenses “y que nunca nos cumplió”, expresa Ernesto Muñoz Rodrigo, presidente del Consejo de Promoción Turística y de la Canaco Puerto Morelos, este histórico pueblo costeño olvidado de la mano gubernamental que ahora, con la llegada del Dragon Mart, sus empleos, su mercancía de bajos precios y su colonia china, teme ser objeto de todo tipo de apoyos gubernamentales federales y estatales, pero para consolidarlo como puerto comercial, en lugar de reforzar su vocación natural que es turístico y pesquero, con “turismo repetitivo de bajo impacto”.

En Puerto Morelos la comidilla de la semana fue la información publicada por La Voz de Quintana Roo, sobre la inminente invasión de productos comerciales chinos y la conformación de la colonia china en el Caribe mexicano, al amparo del tráfico de influencias de empresarios ligados a la presidencia panista, manejo de información privilegiada para adquirir terrenos ejidales y, lo más preocupante, que se abra nuevamente la posibilidad de que se intente dragar la costa para ampliar el muelle que administra la Administración Portuaria de Quintana Roo –APIQROO-, con el fin de darle acceso a los barcos multimodales de la empresa Transporte Marítimos Mexicanos – TMM, uno de cuyos ejecutivos, José Luis Salas Cacho es a su vez Vicepresidente del Dragon Mart, el emporio comercial chino que se construye en la carretera, entre el Cancunmesse y Puerto Morelos, en un sitio llamado El Tucán cuya propiedad está a nombre de una empresa inmobiliaria que preside el ejecutivo ligado a la Presidencia panista. La instalación del Dragon Mart forma parte de la estrategia comercial china para posicionarse en América Latina. El gobernador dijo durante su presentación que para facilitar el acceso de los buques multimodales que transportarán la mercancía china se “cuenta con dos opciones”, que podrían ser Cozumel, Calica o Puerto Morelos, éste último a tan solo 11 kilómetros del terreno donde se construye el Dragon Mart.

Tanto la ampliación del muelle de Puerto Morelos, como la construcción de muelles particulares ha sido rechazada en diversas ocasiones por las autoridades federales de la Semarnat por cuestiones ambientales y la presión de la población portomorelense que si bien ha sido una de las más aguerridas y con sustento técnico y académico, también se frustra porque, como lamenta Ana Luisa Aguilar de la ONG Lu'um K'aa nab, “contra quienes tenemos que luchar es contra quienes, en teoría, como funcionarios públicos, les pagan para que hagan bien su trabajo”.

De hecho, Ernesto Muñoz Rodrigo, asevera que él personalmente ha sido amenazado por empresarios que han intentado construir muelles en Puerto Morelos.

Dos han sido los intentos particulares por construir otro muelle en Puerto Morelos. Uno por la empresa Oiltanking de México, filial de la empresa germana del mismo nombre, presentado en el 2003, que exponía una inversión de 70 mdd para construir una terminal de almacenamiento y un ducto para trasportar turbosina al aeropuerto de Cancún, proyecto que a su vez estaría conectado con otra terminal en Calica. El proyecto fue rechazado por organizaciones civiles, empresarios hoteleros y por el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, que tiene su sede en este pueblo costero.

En el 2007, nuevamente la población se manifestó en contra de un proyecto de una terminal portuaria de uso particular para cruceros turísticos, ya autorizado por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), propiedad de José Alberto García Coral y el Grupo Molina de Cozumel, dirigido por Dennis Panchuk Arzac.

En ambos casos, los argumentos en contra fueron la amenaza a los manglares y al arrecife, además de desviar la vocación turística del destino. Pero no solamente particulares sino el propio gobierno estatal ha sido frenado por la población portomorelense.

Tanto en el 2002, como en el 2008, la Administración Portuaria Integral de Quintana Roo – APIQROO-, que dirige Javier Félix Zetina González, primo del gobernador saliente, presentó igualmente una Manifestación de Impacto Ambiental para ampliar y modernizar el recinto portuario de Puerto Morelos, para lo cual pretendía rellenar el mar, extender el muelle y dragar el canal de navegación con la intención de alcanzar 11 metros de profundidad que permitirían recibir barcos de carga de mayor capacidad. Todo el proceso de relleno y dragado del mar, más la futura área de operación se haría a escasos metros del Parque Nacional Arrecife de Puerto Morelos (PNAPM), que forma parte de la línea de arrecifes mesoamericanos, que están protegidos por convenios internacionales. El proyecto fue rechazado por la Semarnat.

La maestra en ciencias, Rosa Elisa Rodríguez Martínez, quien es asesora del Parque Nacional e investigadora del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, dice que ante la probabilidad de que el gobierno del Estado vuelva a plantear su idea de rellenar el mar, extender el muelle y dragar el canal de navegación con la intención de facilitar el acceso de mercancía china al Centro de Distribución de Productos Chinos Dragon Mart, los argumentos para oponerse son los mismos:

El Proyecto se contrapone con las disposiciones establecidas en la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, al Programa de Manejo del Parque Nacional Arrecife de Puerto Morelos, a la NOM-059-SEMARNAT-2001, a la NOM-022-SEMARNAT-2003, al Programa de Ordenamiento Ecológico Local del Municipio de Benito Juárez, Quintana Roo México y al Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial Cancún-Tulum; donde se localiza el muelle administrado por la APIQROO, “es un área de alta fragilidad ambiental, a una distancia de tan solo 134 a 458 metros de importantes formaciones arrecifales incluidas dentro de la Unidad Arrecifal Puerto Morelos, Subunidades “El muelle” “Los Jardines” y “La pared”, por lo cual está prohibido “Realizar actividades de dragado o de cualquier otra naturaleza que generen la suspensión de sedimentos o provoquen áreas con aguas fangosas o limosas dentro del Parque o zonas aledañas”.

En conclusión, sostiene la investigadora, “no pueden ampliar el muelle; en todo caso, tienen que hacerlo en Calica”, opinión que comparte Ernesto Muñoz Rodrigo, quien mantiene la bandera de que Puerto Morelos “no es el patio trasero de Cancún; ahora resulta que porque vienen los chinos, entonces a ellos sí les van a otorgar todas las facilidades y promoción que a nosotros nos niegan”. Porque, de acuerdo a lo anunciado por el gobernador saliente, Félix González Canto a los inversionistas chinos se les prometió incluir el Concepto de turismo de negocios dentro de la publicidad institucional que el Gobierno desarrolla a través de los programas de promoción turística.

El también presidente de la Canaco de Puerto Morelos dice que “con la llegada de los chinos hasta las guayaberas yucatecas serán desplazadas por las guayaberas chinas: Los chinos copian todo, zapatos, electrodomésticos, ropa, juguetes. ¿Dónde va a estar la derrama económica? ¿En la ocupación hotelera? Sinceramente, es un arma de dos filos. Es más probable que resintamos más perjuicios que beneficios. Hay que aceptar, definitivamente, la globalización, pero primero tiene que beneficiar a los mexicanos antes que a extranjeros. Hay que tener presente que en el ramo económico, en México las ramas productivas del país han caído una tras ante el embate de la piratería china: primero fueron plásticos, textiles, juguetes, zapatos, discos, películas, electrónicos, a lo que se han sumado productos tradicionalmente mexicanos, como el chile, guayaberas y artesanías. Facilitar este tipo de comercio, ¿a eso le llama progreso? Félix González Canto ni siquiera pudo cumplir su promesa de construir una entrada digna para Puerto Morelos.”


CUADRO
El Centro de Distribución de Productos Chinos Dragon Mart operará como recinto fiscal; esto es, se asegura que sus productos no podrán ser distribuidos en territorio mexicano, a menos que paguen impuestos. Los gobiernos federal y estatal le apuestan a la llegada de empresarios interesados en adquirir productos chinos para incrementar la ocupación hotelera. La oferta de productos abarca deportes, moda, electrónica, maquinaria y herramientas, iluminación y comercial, materiales de construcción, ropa, comercialización y manufactura, enseres domésticos, muebles y artículos para el hogar.