TOTAL SUBORDINACIÓN CORTESANA EMPRESARIAL AL GOBIERNO DEL ESTADO




Infraestructura, Alternativa de Éxito Para Borge

El de Félix, un Gobierno Gris; Hemos Tenido Mejores Sexenios: Orlando Arroyo Marroquín

Por Alberto Barrios

Orlando Arroyo Marroquín es incisivo, directo y autocrítico en sus apreciaciones, ya sean sobre las autoridades gubernamentales o sobre los organismos empresariales, algunos de los cuales él mismo ha encabezado.

Fue de los empresarios hoteleros mexicanos que durante la crisis financiera y la influenza se negó a despedir empleados pese a la caída en los ingresos del consorcio Sunset World que él preside; también fue promotor de un extraordinario proyecto para la zona hotelera, en Punta Cancún, denominado Corazone que no prosperó por la falta de visión de las autoridades municipales, pero también es uno los hoteleros beneficiado con cambios de uso de suelo en la zona hotelera que le permitió aumentar hacia arriba el número de cuartos de dos de sus hoteles, Lagoon Resorts & Marina y Sunset Royal Resort, tendencia con la cual está de acuerdo, siempre y cuando se constituyan áreas verdes. Uno de sus mayores orgullos, como empresario hotelero, es Hacienda Tres Ríos, un complejo turístico hotelero construido en la Riviera Maya, ejemplo mundial de desarrollo sustentable.

Orlando Arroyo fue director de Fonatur, pertenece a una familia “en donde hay de todo”, dice con una amplia carcajada refiriéndose a su hermano Tulio Arroyo Marroquín, presente en la entrevista con La Voz de Quintana Roo, quien es presidente del Ombligo Verde, una organización defensora de los derechos ambientales. Su otro hermano, el mayor de los tres, es Romarico Arroyo, ex Secretario de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, esposo de la maestra en ciencias, Cristina Alcayaga, presidenta actual del Consejo Coordinador Empresarial del Caribe –CCE-.

Al próximo Gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo, el también ex presidente del CCE, le ha planteado tres sugerencias: implementar una campaña de reforzamiento de la imagen de Cancún y demás destinos turísticos del Estado; impulsar la construcción del aeropuerto de Tulum e institucionalizar el mantenimiento de las playas mediante un organismo responsable que opere con leyes, normas y recursos.

Ing. ¿Cómo ve la actuación de los organismos empresariales en Quintana Roo?

Los organismos empresariales deberíamos estar organizados para presentar un frente ante instituciones que verdaderamente influyen en la vida diaria no solo de nosotros, sino de la ciudadanía, pero se han convertido en los cortesanos del gobierno; actualmente, lo que veo es que siempre están de acuerdo con las autoridades en absolutamente todo, son muy cuidadoso en las refutaciones; realmente, si los analizas son una parte cortesana de los gobiernos federales, estatales y municipales. Hay excepciones nacionales, como el CCE. Pero la realidad es que los organismos empresariales en Quintana Roo tienen cero influencia, no saben para dónde van, ni qué conceptos tienen que perseguir. No tienen ninguna finalidad, más que figurar en los periódicos y en las notas de sociales. El CCE con Cristina Alcayaga es el que más sentido tiene, porque la Asociación de Hoteles y Acluvac son parte de una corte gubernamental. Bueno, Acluvac hace algunas cosas en la parte ambiental, pero por lo demás son sumamente tibios. El otro día alguien del gobierno me preguntaba por qué no tenemos más influencia. Le respondí: porque no queremos, porque los empresarios somos de mente cortesana.

Pues es una pena…

No, no es una pena, es un problema de formación. Nosotros deberíamos tener el liderazgo natural ante la sociedad, pero si no tenemos el concepto claro, si no tenemos programas claros a dónde tenemos qué llegar, si lo que queremos es aparecer en el Hola y que nos inviten a los cócteles y a las reuniones de la corte del gobierno del estado y del gobierno municipal, no vamos a llegar a nada. Eso es lo que ha sucedido, es triste, realmente eso sucede en todo México, así somos. Los organismos empresariales no cumplen con una función fundamental política, que es presentar un frente para que el comportamiento de las personas que gobiernan a nivel federal, estatal y municipal, sea un poquito más afín a los intereses, no solamente de la industria, sino también de los ciudadanos. Te puedo poner muchos ejemplos. Siempre me preguntan por qué el turismo produce miseria. Les digo, analicemos un lugar como Las Vegas que también es un lugar inventado con un atractivo que es el juego, otro lugar como Orlando que también es inventado con el atractivo de Walt Disney; igual es con Cancún, con su naturaleza, con un grupo de personas inteligentes que lo descubrieron y decidieron construirlo. Bien, ahora dime, ¿cuál es el nivel de vida que se tiene en esos lugares, Las Vegas y Orlando, en comparación con el nivel de vida que tenemos aquí?, ¿qué es lo que sucede? Porque los ingresos y la actividad son muy parecidas. ¿Qué es lo único que no hay? No hay un mecanismo que se llama administración pública que convierta la riqueza que se genera en la zona hotelera en bienestar entre la comunidad. Ese mecanismo es el que nos falla. La participación de los empresarios para modificar o influenciar ese mecanismo no se ve por ningún lado. Pero no solamente la de los empresarios, tampoco se ve la de los partidos, tampoco se ve la de los grupos sociales, no se ve la de nadie. Y hay riqueza que se debe volcar en bienestar de la comunidad. ¿Qué sucede en Cancún? Riviera Maya va mucho mejor, pero Cancún lo tenemos con muchos de los servicios abandonados, sobre todo en materia de seguridad.”

Así es como llegamos a escenarios en los que se le adjudica al sector empresarial, dentro del campo de la responsabilidad social, actividades que tendría que resolver el gobierno…

“Pues cuando hay una necesidad que no resuelve el gobierno, se voltea hacia quien teóricamente tiene el dinero para ver si la soluciona; la verdad, sí te tengo que decir que muchas de las responsabilidad sociales los empresarios tampoco las llenamos. No las voy a mencionar, pero hay dos o tres a las que le sacamos la vuelta.

¿Y qué opina de la falta de integración entre los centros de consumo hoteleros y la oferta agropecuaria de Quintana Roo?

Te voy a decir cómo nosotros, en el grupo, lo estamos resolviendo. En el norte no existe vocación agropecuaria porque no tenemos tierras, no tenemos insumos y no tenemos mano de obra. ¿Qué se necesitaría en la parte norte para producir? Tierra, que no tenemos y mano de obra que no podría competir con lo que se le paga a un trabajador en la zona hotelera. Entonces, el futuro de la producción agropecuaria en el norte del Estado es muy limitado. En el Estado sí se está produciendo, pero no hay una relación directa entre hoteleros y productores. ¿Cómo lo estamos resolviendo en el grupo? Tenemos un rancho llamado La Ilusión, cerca de Leona Vicario, al que nombramos así porque todavía no es una realidad, solo una ilusión. Ahí, en 14 hectáreas de riego cultivamos cítricos, flores, jitomates y frutas que se consumen en nuestros hoteles, en un proceso que pasa por el distintivo H, que te fija normas de calidad. Es un experimento único, porque yo como hotelero me estoy dedicando a la agricultura. Lo siguiente que vamos a hacer, hablando de integración, en cuanto nuestra producción sea mayor, vamos a ofrecerles directamente nuestra producción a otros hoteles. Vamos bien, vamos a ampliarlo a otros hoteles.

Un balance del gobierno estatal saliente?

Bastante gris. Recuerdo sexenios verdaderamente importantes. Por ejemplo, Pedro Joaquín Coldwell, quien con sus programas de vivienda tuvo un impacto tremendo en la población y convirtió a Quintana Roo en un Estado progresista con un futuro extraordinario. Recuerdo igualmente con mucho cariño el sexenio del ingeniero Villanueva, quien tuvo muchísimos defectos, pero tuvo una enorme visión que fue promover la carretera, con lo cual pasamos de ser un Estado producto de un fondo de turismo a un Estado que va a ser la California de México, con una participación económica, intelectual y financiera. Esos han sido dos gobernantes extraordinarios; obviamente hay mucha gente que no coincide conmigo, lo cual no me importa. Si tú ves dónde estábamos cuando llega un gobernante y dónde estamos cuando se va, hay muchos análisis por hacer, pero creo que no ha sido nuestro mejor sexenio y el siguiente tendremos que seguir analizándolo. Además, la gente lo dijo, la gente votó, perdimos muchos ayuntamientos. Yo soy priista, no es solo mi opinión, sino de la gente; analiza qué se ganó y qué se perdió. Casi perdemos la gubernatura del Estado.

Propuestas para Roberto Borge…

“Nos reunimos recientemente con él y la planteamos varias; una muy importante es la imagen. Alguna ocasión dije algo muy impopular (desligar la marca Cancún de las campañas promocionales de México N.R.), que ahora quiero corregir. Creo que tenemos que reforzar la imagen de Cancún y de Riviera Maya, con un esfuerzo independiente al del gobierno federal que es reforzar la imagen de México. Recuerdo muy bien que cuando mataron a unos turistas alemanes en Miami, no fue el gobierno federal de Washington el que salió a defender la imagen de Miami, sino el alcalde de la ciudad de Miami, porque si la gente deja de acudir a Miami se daña el ingreso de la ciudad. ¿Qué tenemos que hacer nosotros aquí? Tomar al toro por los cuernos y que Cancún, Isla Mujeres, Playa del Carmen, apliquen sus programas propios de relaciones públicas no solamente en México, sino en el extranjero. La razón por la que no se ha hecho es porque cada vez que nos sentamos con los presidentes municipales a hablar sobre el tema ni siquiera lo entienden, en primer lugar porque ni siquiera son bi culturales ni bilingües. Si yo fuera Presidente Municipal de Cancún tendría mi programa de Relaciones Públicas para visitar ciudades de Estados Unidos y decirles lo que estoy haciendo. Necesitan las autoridades cambiar su mentalidad, ser más internacionales. Esta es una necesidad, una de las propuestas que le planteamos al gobernador Roberto Borge; otra cosa que le planteamos fue la necesidad de construir el aeropuerto en el sur del Estado. Mira, cuando yo era director de Fonatur, Antonio Enriquez Zavigñac me envió a una reunión en donde yo tenía que hablar mal de la carretera porque decían que primero teníamos que consolidar Cancún antes que impulsar otro desarrollo en el sur. Así que fui a la reunión, me opuse a la carretera y afortunadamente nadie me hizo caso. Pero fíjate en la repercusión que tuvo la carretera: Cancún es una ciudad robustecida gracias a la actividad económica que generó esa carretera. Entonces, si hacemos esa analogía, hay quienes se oponen al aeropuerto de Tulum porque argumentan que el de ha recibido fuertes inversiones y funciona muy bien. Mira, eso no importa, lo importante es que hay hacer más infraestructura para generar más actividad económica. Ese fue el segundo consejo que me permití hacerle al futuro gobernador: hagan el aeropuerto. Un tercer consejo fue darle mantenimiento a las playas, como se hace con el boulevard, con las carreteras y otras obras de infraestructura. Esto lo que significa es que tenemos que implementar mecanismos institucionales, legales, para darle un marco jurídico a las operaciones de mantenimiento de las playas. Nosotros, como empresarios, tenemos que cooperar, a través del predial, zona federal, como deseen, para que las playas permanezcan como están o más grandes, porque ese es nuestro negocio, es la base que le da sustento a la infraestructura hotelera, no toda mexicana desafortunadamente, y a los miles de empleos que se generan.

¿Cambios de uso de suelo, vocación hotelera o construcción de condominios?

Necesitamos un mínimo de legislación y un máximo de flexibilidad. Con Sigfrido Paz Paredes, creador de Cancún, aquí presente, he tenido discusiones durante muchos años sobre este tema. Creo que le gané la discusión cuando fuimos a Miami y le comenté sobre la riqueza que generaban todos esos rascacielos que se han construido en esa ciudad. Creo sinceramente que debemos tener un esquema general que pueda ser revisado, que sea flexible. Tiene que existir un plan que nos encauce a usar el mínimo de suelo y lo máximo hacia arriba, porque así es como podemos generar áreas verdes. Ahorita el plan es no hacer nada. Los planes de uso de suelo tienen que ver mucho con las restricciones ambientales bien entendidas, no como las entienden los grupos a los que pertenece mi hermano (Tulio Arroyo Marroquín, presidente del Ombligo Verde). No se trata de eso, sino de que establezcamos cómo si se pueden hacer las cosas, ya sea respetando o compensando. Mira el ejemplo de Hacienda Tres Ríos, en donde rehabilitamos manglar que había sido destruido por los huracanes. ¿Por qué no desarrollar de esa manera? Hay que educar a los desarrolladores también, pero principalmente dictar las normas; estamos amolados cuando las personas que dictan las normas, como esta senadora Ludivina Menchaca, desconocen el tema.


RECUADRO

Sunset World , el consorcio presidido por Orlando Arroyo Marroquín, está conformado por Sunset Royal Resort, Sunset Lagoon Resort & Marina, Sunset Fishermen Resort, Hacienda Tres Ríos, Ocean Spa Hotel y Laguna Suites, aparte de de la Hacienda Andalucía. En total suma 22 empresas. Su oferta de alojamiento supera las mil habitaciones. Este año remodela los hoteles boutique de Cancún -Laguna Suites Golf + Spa y Ocean Spa Hotel- y ampliará el Sunset Fishermen Beach Resort, en la Riviera Maya. El año pasado renovó el Sunset Royal. Fue creado en 1986 por el Ingeniero Orlando Arroyo Marroquín y el respaldo financiero de Romárico Arroyo Marroquín, Arturo Marcelín y Jorge Pallas Cáceres. Genera más de 5 mil empleos directos e indirectos en México, Estados Unidos, India, Filipinas e Inglaterra. El complejo ecoturístico Hacienda Tres Ríos ha recibido desde su apertura en noviembre de 2008, 36 reconocimientos internacionales.

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