A través de este medio hago llegar a ustedes el derecho de réplica que me ha sido negado por Novedades de Quintana Roo.
En realidad me resulta sorprendente que haya tenido que llegar a esta instancia cuando este periódico se había caracterizado a lo largo de los años por su apertura, pluralidad y respeto a la Ley de imprenta.
Es una pena que se rompa con la tradición que el C.P. Andrés García Lavín instauró, estoy segura que de haber podido tener una audiencia con el Lic. Gerardo García no habría tenido que enviar este correo. A continuación transcribo la réplica que se entregó a Cesar Muñoz Padilla , Director de informacion de este medio, el miércoles 17 de junio y del cual tengo acuse de recibido.
Precisiones
Lic. Gerardo García Gamboa
Director General
Novedades de Quintana Roo
Estimado Lic. Gerardo García:
En los términos del artículo 27 de la Ley de Imprenta, solicito a usted, de la manera más atenta y cordial, publicar íntegramente el presente escrito que da respuesta a la columna publicada con fecha 15 de junio, de 2009, cuya autoría se atribuye a Lorenzo Pacheco y Erika Rodríguez, la cual hace referencia directa a mi persona.
En este orden de ideas, me resulta indispensable aclarar que no soy la principal detractora de nadie y jamás he buscado, "desprestigiar, golpear u obstaculizar la carrera política" del candidato del PRI por el distrito 3 de Quintana Roo, como se afirma. Nunca he hecho un juicio personal sobre su calidad moral y mucho menos he señalado que no es Quintnarroense.
Es verdad que como candidata señale que mis ventajas frente al resto de los candidatos, incluido él, eran: mi experiencia legislativa, mi partido y el arraigo que tengo en Cancún.
Es verdad que he resaltado frente a los electores que los candidatos del PAN no necesitan hacer una encuesta para conocer las necesidades de la gente y garantizar con ello que todos contemos, porque nosotros vivimos aquí desde hace un buen tiempo y padecemos junto con la ciudadanía los problemas cotidianos.
Es verdad que he señalado que resulta absurdo que alguien que hace poco más de un año gobernaba Playa del Carmen ahora esté haciendo campaña para representar a los cancunenses en la Cámara de Diputados, y no busque este espacio pidiendo el voto a los ciudadanos del distrito que gobernó.
Sin embargo, nada de esto puede ser entendido como un afán mío por difamar o calumniar ni a la familia ni a este candidato que los autores tanto admiran. Como persona, ciudadano y adversario político tiene todo mi respeto, pero no por ello voy a dejar de decir lo que pienso.
Señalo estos puntos en su contra porque es el más cercano competidor dentro de la contienda electoral que encabeza mi partido y porque el 26% de los electores que jamás votarían por el PRI deben saber que en caso de votar por un partido distinto al PAN, bajo el principio de mayoría relativa, le estarían dando esperanzas a este candidato, que además de ser priista no tiene arraigo en este municipio. No apunto estos hechos ni por resentimiento ni por buscar quien me la pague, como erróneamente afirman los autores de dicha columna.
Debo aclarar que se equivocan estos autores cuando afirman que he brincado del PRD al Verde y de ahí al PAN. El único partido en el que he militado ha sido Acción Nacional. Sin embargo, tengo que decir que la democracia nos da a los ciudadanos la libertad de escoger el partido que más nos convenza según nuestros propios criterios y principios, no sólo para votar por ellos sino para participar activamente en su estructura y apoyarlos moral o económicamente en los comicios electorales.
Más del 50% de los ciudadanos no se identifican con ningún partido político, de una a otra elección, e incluso en la misma, votan por distintos partidos sin que por ello pierdan credibilidad o sean personas incongruentes. La democracia nos permite eso y en el fondo lo más importante es participar.
No es el rencor lo que me hace pedir el voto por mi partido, es mi convicción de que es el mejor y el único que puede promover realmente la recuperación de la actividad turística en nuestro municipio y gestionar apoyos para Benito Juárez.
No me mueve una ambición personal, y por ello apoyo con todo a mi sucesor. No busco opacarlo, como afirman, al contrario, trabajo firmemente para que gane y nos represente en la Cámara de Diputados.
Él, al igual que yo, representa un cuadro nuevo dentro de Acción Nacional y eso es lo que le hace falta no sólo al Instituto Político de mis amores sino a la clase política en nuestro estado. No tenemos porque seguir siendo representados por la misma gente, apellidos y grupos políticos.
Hago todas estas aclaraciones porque para mi es importante que la gente que me apoya y me sigue sepa que ni hoy ni nunca dejaré que me difamen, y que tendré que seguir defendiéndome de los ataques de periodistas sin ética, como quienes escribieron este artículo al que doy respuesta, porque está en el interés de quienes detentan el poder en nuestro estado mantener cerrada la participación a nuevos actores políticos que lejos de representar sus intereses se oponen a ellos.
Sin otro particular, quedo a sus ordenes, y agradezco sus finas atenciones.
Atentamente,
Marybel Villegas Canche
En realidad me resulta sorprendente que haya tenido que llegar a esta instancia cuando este periódico se había caracterizado a lo largo de los años por su apertura, pluralidad y respeto a la Ley de imprenta.
Es una pena que se rompa con la tradición que el C.P. Andrés García Lavín instauró, estoy segura que de haber podido tener una audiencia con el Lic. Gerardo García no habría tenido que enviar este correo. A continuación transcribo la réplica que se entregó a Cesar Muñoz Padilla , Director de informacion de este medio, el miércoles 17 de junio y del cual tengo acuse de recibido.
Precisiones
Lic. Gerardo García Gamboa
Director General
Novedades de Quintana Roo
Estimado Lic. Gerardo García:
En los términos del artículo 27 de la Ley de Imprenta, solicito a usted, de la manera más atenta y cordial, publicar íntegramente el presente escrito que da respuesta a la columna publicada con fecha 15 de junio, de 2009, cuya autoría se atribuye a Lorenzo Pacheco y Erika Rodríguez, la cual hace referencia directa a mi persona.
En este orden de ideas, me resulta indispensable aclarar que no soy la principal detractora de nadie y jamás he buscado, "desprestigiar, golpear u obstaculizar la carrera política" del candidato del PRI por el distrito 3 de Quintana Roo, como se afirma. Nunca he hecho un juicio personal sobre su calidad moral y mucho menos he señalado que no es Quintnarroense.
Es verdad que como candidata señale que mis ventajas frente al resto de los candidatos, incluido él, eran: mi experiencia legislativa, mi partido y el arraigo que tengo en Cancún.
Es verdad que he resaltado frente a los electores que los candidatos del PAN no necesitan hacer una encuesta para conocer las necesidades de la gente y garantizar con ello que todos contemos, porque nosotros vivimos aquí desde hace un buen tiempo y padecemos junto con la ciudadanía los problemas cotidianos.
Es verdad que he señalado que resulta absurdo que alguien que hace poco más de un año gobernaba Playa del Carmen ahora esté haciendo campaña para representar a los cancunenses en la Cámara de Diputados, y no busque este espacio pidiendo el voto a los ciudadanos del distrito que gobernó.
Sin embargo, nada de esto puede ser entendido como un afán mío por difamar o calumniar ni a la familia ni a este candidato que los autores tanto admiran. Como persona, ciudadano y adversario político tiene todo mi respeto, pero no por ello voy a dejar de decir lo que pienso.
Señalo estos puntos en su contra porque es el más cercano competidor dentro de la contienda electoral que encabeza mi partido y porque el 26% de los electores que jamás votarían por el PRI deben saber que en caso de votar por un partido distinto al PAN, bajo el principio de mayoría relativa, le estarían dando esperanzas a este candidato, que además de ser priista no tiene arraigo en este municipio. No apunto estos hechos ni por resentimiento ni por buscar quien me la pague, como erróneamente afirman los autores de dicha columna.
Debo aclarar que se equivocan estos autores cuando afirman que he brincado del PRD al Verde y de ahí al PAN. El único partido en el que he militado ha sido Acción Nacional. Sin embargo, tengo que decir que la democracia nos da a los ciudadanos la libertad de escoger el partido que más nos convenza según nuestros propios criterios y principios, no sólo para votar por ellos sino para participar activamente en su estructura y apoyarlos moral o económicamente en los comicios electorales.
Más del 50% de los ciudadanos no se identifican con ningún partido político, de una a otra elección, e incluso en la misma, votan por distintos partidos sin que por ello pierdan credibilidad o sean personas incongruentes. La democracia nos permite eso y en el fondo lo más importante es participar.
No es el rencor lo que me hace pedir el voto por mi partido, es mi convicción de que es el mejor y el único que puede promover realmente la recuperación de la actividad turística en nuestro municipio y gestionar apoyos para Benito Juárez.
No me mueve una ambición personal, y por ello apoyo con todo a mi sucesor. No busco opacarlo, como afirman, al contrario, trabajo firmemente para que gane y nos represente en la Cámara de Diputados.
Él, al igual que yo, representa un cuadro nuevo dentro de Acción Nacional y eso es lo que le hace falta no sólo al Instituto Político de mis amores sino a la clase política en nuestro estado. No tenemos porque seguir siendo representados por la misma gente, apellidos y grupos políticos.
Hago todas estas aclaraciones porque para mi es importante que la gente que me apoya y me sigue sepa que ni hoy ni nunca dejaré que me difamen, y que tendré que seguir defendiéndome de los ataques de periodistas sin ética, como quienes escribieron este artículo al que doy respuesta, porque está en el interés de quienes detentan el poder en nuestro estado mantener cerrada la participación a nuevos actores políticos que lejos de representar sus intereses se oponen a ellos.
Sin otro particular, quedo a sus ordenes, y agradezco sus finas atenciones.
Atentamente,
Marybel Villegas Canche
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