ARREBATA CALDERON BANDERAS DE AMLO Y ANUNCIA CAMPAÑA DE AUSTERIDAD GUBERNAMENTAL

REDUCCION AL MINIMO DE GASTOS DE REPRESENTACION

Tan solo a 2 días de haber tomado protesta como Presidente de México en un escenario anárquico, Felipe Calderón toma las banderas del político tabasqueño Andrés Manuel López Obrador y anuncia, utilizando la figura de Benito Juárez (otro ícono de la campaña de AMLO), un decreto de austeridad gubernamental:

“Decía don Benito Juárez que bajo el sistema federativo los funcionarios públicos no pueden disponer de las rentas sin responsabilidad, no pueden gobernar a impulsos de una voluntad caprichosa, sino con sujeción a las leyes; no pueden improvisar fortunas ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, disponiéndose a vivir en la honrada medianía que proporciona la retribución que la ley les señala.

Hoy los ciudadanos demandan de los servidores públicos el ejercicio de un buen gobierno, es decir, velar por los intereses de la Nación y ser responsables en el uso de los recursos de los mexicanos.

Por eso mi Gobierno se regirá por estrictas reglas de austeridad y eficiencia, esta es una exigencia ciudadana que no debemos ignorar quienes estamos al frente de la responsabilidad de gobernar, es también mi convicción.

Por ello aplicaremos y promoveremos medidas de austeridad en toda la Administración Pública.

El decreto que hoy expediré contiene una serie de medidas que por iniciativa propia ha tomado el Poder Ejecutivo Federal.

A su vez don José María Morelos y Pavón en los Sentimientos de la Nación estableció que como la buena ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congreso deben ser tales, que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia, y de tal suerte se aumente el jornal del pobre, que mejoren sus costumbres, aleje la ignorancia, la rapiña y el hurto.

Por todas estas consideraciones, enviaré al Congreso de la Unión una iniciativa para regular y transparentar las percepciones de los servidores públicos en los Tres Poderes de la Unión, los organismos constitucionales, autónomos y los Tres Órdenes de Gobierno antes del próximo periodo de sesiones.

Mientras tanto, y con las facultades que la Constitución y la ley me confieren, emitiré el decreto de austeridad para el Poder Ejecutivo Federal, que será refrendado por todos y cada uno de las secretarias y secretarios de Estado aquí presentes.

Además, se ajustará el gasto de operación de las dependencias y entidades, se fortalecerá el control de los recursos del Gobierno Federal y se aumentará la eficiencia en la Administración Pública.

Entre las medidas más relevantes de este decreto, destacan la reducción al mínimo de gastos de representación y comisiones oficiales, así como de servicios personales.

La realización de contrataciones que por su volumen permitan mejorar los precios y términos de los contratos que realice el sector público.

Además de revisarán y mejorarán los registros de recursos humanos para que todos los servidores públicos cumplan sus obligaciones con eficiencia y honestidad.

Debemos evitar prácticas abusivas que merman considerablemente el erario público.

El decreto establece también una serie de medidas orientadas a reducir los gastos por servicio telefónico, en particular, telefonía celular; así como ahorros en gasolina, viáticos, pasajes, gastos administrativos y alimentación.

Se realizará una evaluación de los bienes muebles e inmuebles de todas las dependencias para determinar en cuáles casos se justifica su conservación y en cuáles deberán enajenarse, lo que permitirá obtener recursos adicionales.

Ordeno también en este decreto tomar medidas para reducir el consumo de gasto corriente, el gasto de agua, electricidad y papel.

Con ello, además de disminuir los costos administrativos del Gobierno, nos sumamos al esfuerzo que la sociedad hace en términos de responsabilidad con el ambiente.

Con este decreto, además, se reducirán en un 10 por ciento los sueldos netos del Presidente de la República, los secretarios de Estado, los subsecretarios, los oficiales mayores y los titulares de unidad y equivalente.

Esta reducción toma en cuenta el deber de respetar plenamente los derechos laborales y en consecuencia preservar el sueldo del personal de base y del servicio civil de carrera de la Administración Pública Federal y al mismo tiempo mantener una tabulación de pagos coherente con la estructura jerárquica del Gobierno.

Con el conjunto de estas disposiciones establecidas en el decreto que hoy firmaré se alcanzará un ahorro global aproximado de 25 mil 500 millones de pesos para el próximo año.

Este ahorro equivale al presupuesto total de seis secretarías de Estado: Gobernación, Relaciones Exteriores, Economía, Trabajo y Previsión Social, Reforma Agraria y Función Pública; corresponde al gasto necesario para construir 2 mil 500 escuelas preparatorias o para sufragar las becas de más de 6 millones de alumnos de primaria, secundaria y bachillerato.

Encomiendo a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y a la Secretaría de la Función Pública, en el ámbito de sus competencias, a emitir los lineamientos específicos necesarios para la aplicación de este decreto, dar seguimiento a su aplicación y vigilar que todas las dependencias cumplan estrictamente con sus disposiciones.

Estos ahorros servirán para intensificar los programas sociales que han sido eficaces en combatir la pobreza y para ampliar el acceso a los servicios de salud y educación a un mayor número de mexicanos.

Igualmente, debo señalar que quedarán exceptuadas de esta medida las áreas más directamente vinculadas a preservar la seguridad pública de los ciudadanos y la procuración de justicia.

Además de las reducciones, los sueldos determinados no se incrementarán, y como lo señalé, este decreto tendrá vigor en tanto el Congreso analiza, discute, y en su caso resuelve la iniciativa de reformas constitucionales y de ley federal para regular el sueldo de los servidores públicos en los Tres Poderes de la Unión y en los Tres Órdenes de Gobierno, que presentaré a su consideración antes del próximo periodo ordinario de sesiones.

Durante décadas las autoridades han demandado a la ciudadanía ajustarse el cinturón y la ciudadanía lo ha hecho.

Hoy, el Gobierno tendrá que ser el primero en aportar este esfuerzo; la sociedad reclama de todos los servidores públicos una mayor conciencia sobre el uso de los recursos que son de los mexicanos.

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