Cancun.- La sobredesinficacion de la zona hotelera y el cambio de uso de suelo de zona hotelera a zona residencial y de condominios es resultado de la nueva orientacion del mercado en el caribe mexicano, en donde la Riviera Maya se asienta como destino turistico hotelero, en tanto que la zona hotelera de cancun se transforma para asentarse como zona residencial.
La vocacion de Cancun zomo zona hotelera y destino de playa y sol cambia aceleradamente en un escenario anarquico en donde los inversionistas violan las normas ambientales, autoridades corruptas autorizan sobredesinficaciones y autoridades ambientales miran hacia otro lado.
Lo cierto es que si el mercado está definiendo una nueva vocación de negocios en el Caribe mexicano, de acuerdo a los especialistas urbanos y ambientales, por lo menos se deberían trazar rutas de crecimiento ordenas y planeadas. Pero la falta de autoridad, las presiones de los seudo ecologistas y de los inversionistas, genera un escenario anárquico.
Evidentemente Cancún se convertirá, más que nada, en una zona de negocios, en un centro distribuidor, pero también es evidente la total anarquía y corrupción que prevalece en materia urbana.
El ejemplo más reciente y evidente de esta situación ha sido el proyecto BayvieGran, que coonsta de varios edificios de condominios que han sobrepasado el número de cuartos y, en el más reciente de sus desarrollos, el Gran Península, frente a La Laguna Nichupte, una evidente violación a las normas ambientales.
Esta situación anárquica se está ampliando, alcanzando a lugares como Isla Mujeres, otrora un verdadero paraíso, actualmente sufriendo la presión demográfica y urbana, con autoridades medrosas, con visión de corto plazo, incapaces de visualizar el conjunto.
La vocacion de Cancun zomo zona hotelera y destino de playa y sol cambia aceleradamente en un escenario anarquico en donde los inversionistas violan las normas ambientales, autoridades corruptas autorizan sobredesinficaciones y autoridades ambientales miran hacia otro lado.
Lo cierto es que si el mercado está definiendo una nueva vocación de negocios en el Caribe mexicano, de acuerdo a los especialistas urbanos y ambientales, por lo menos se deberían trazar rutas de crecimiento ordenas y planeadas. Pero la falta de autoridad, las presiones de los seudo ecologistas y de los inversionistas, genera un escenario anárquico.
Evidentemente Cancún se convertirá, más que nada, en una zona de negocios, en un centro distribuidor, pero también es evidente la total anarquía y corrupción que prevalece en materia urbana.
El ejemplo más reciente y evidente de esta situación ha sido el proyecto BayvieGran, que coonsta de varios edificios de condominios que han sobrepasado el número de cuartos y, en el más reciente de sus desarrollos, el Gran Península, frente a La Laguna Nichupte, una evidente violación a las normas ambientales.
Esta situación anárquica se está ampliando, alcanzando a lugares como Isla Mujeres, otrora un verdadero paraíso, actualmente sufriendo la presión demográfica y urbana, con autoridades medrosas, con visión de corto plazo, incapaces de visualizar el conjunto.
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