650 mdd Fueron Anunciados; Nunca Llegaron

Hemisferia, Santa Cruz, Xcacel, Corazone, Proyectos Fallidos en el Sexenio de JHD


Por Javier Ugalde

Cancún, Q. Roo.- (22 marzo 05).- Las inversiones en las que de alguna forma tuvo que ver el gobierno estatal durante el sexenio que está por terminar, en la mayoría de los casos tuvieron tropezones o simplemente no se pudieron concretar o enfrentan severos problemas.

En términos globales, se trata de inversiones privadas esfumadas o recursos públicos que se emplearon de forma equivocada o proyectos que simplemente se cayeron, por un monto aproximado de más de 650 millones de dólares.

Son varios los casos que se encuentran en esta situación, que van desde proyectos agrícolas hasta los turísticos, incluyendo algunos inocuos, como es el caso de la megaescultura de la ciudad de Chetumal, la cual por cierto va a quedar inconclusa.

Sin embargo, el caso más escandaloso es el del denominado Centro de Producción Agroindustrial "Santa Cruz", ubicado en la llamada Ciudad Industrial de Felipe Carrillo Puerto, aunque también hay otros casos que no son menos relevantes, como es el del proyecto turístico de Xcacel-Xcacelito, el centro ferial Hemisferioa y, más recientemente, el desarrollo de un autódromo.

Igualmente se han quedado en el tintero o pendiente para el próximo gobierno, la apertura de un hotel escuela, la creación de una zona industrial en Chetumal y otra en Puerto Morelos, así como los planes de desarrollar centros de producción acuícola, en las zonas rurales tanto del sur como del norte del estado.

Ciertamente a lo largo de los últimos seis años se concretaron proyectos relevantes, especialmente en el sector turístico, pero son desarrollos que se han lograron más por el empuje del sector privado y de inversionistas extranjeros, que por la promoción o intervención del gobierno estatal.

El crecimiento de la infraestructura hotelera en la Riviera Maya es la principal muestra de ello, aunque se trata de un desarrollo explosivo que no ha previsto, por parte de las autoridades estatales, municipales y federales, las consecuencias sociales y de calidad de servicios de la región.

No puede pasarse por alto en un recuento sexenal en materia de inversiones, el caso del polémico Home Port de Xcaret, en el cual el gobierno estatal jugó un papel ambiguo, que fue desde el respaldo abierto a los promotores del proyecto, hasta la censura clara del mismo, lo cual propició que en buena medida este proyecto turístico se encuentre parado y con amplias posibilidades de que finalmente no se realice.

El caso del invernadero “Santa Cruz” incluso contó hasta con el aval del propio presidente Vicente Fox, quien asistió como testigo de honor, el ocho de marzo de 2003, al primer embarque de exportación de pepinos obtenidos en esa agroindustria, en la que se suponía que había la participación de importantes inversionistas extranjeros, pero a la mera hora todo salió a la luz pública y al gobierno estatal no le quedó más que admitir que la totalidad de la inversión había sido del gobierno que encabeza Joaquín Hendricks Díaz, por el orden de los 300 millones de pesos.

Cabe señalar que en este caso, inicialmente se había dicho que la inversión inicial ascendía a 50 millones de dólares, con capital de Holanda, Canadá y de México, en donde el gobierno del estado de Quintana Roo sólo aparecía como promotor.

Quizá lo de menos habría sido que se hubiesen empleado esos recursos en el proyecto mismo, si éste hubiera brindado resultados favorables, pero hasta la fecha sigue siendo más un problema que una empresa que ofrezca efectivos resultados positivos, pues ni hay la producción que se había planteado ni tampoco existe la comercialización que tanta expectativa causó.

En el ámbito turístico, que es el sector que sirve de motor a la economía del Estado, los casos de Xcacel-Xcacelito y el Home Port, son los fracasos más severos de promoción de inversiones que haya tenido Quintana Roo durante el sexenio que está por terminar, pues ni uno ni el otro pudieron realizarse, aunque el segundo podría quizá resurgir durante el gobierno de Félix González Canto.

Xcacel-Xcacelito es un proyecto que nació en buena medida de las entrañas del gobierno estatal, debido a que era un predio que pertenecía a la administración estatal, a través del Fidecaribe, el cual vendió en una escandalosa transacción el encarcelado ex gobernador Mario Villanueva Madrid al grupo hotelero Sol Meliá, el cual finalmente se tuvo que ir con la cola entre las patas, debido a que ni el cumplimiento de una gran cantidad de estudios y requisitos en materia ambiental hicieron posible que las autoridades mantuvieran la luz verde que le dieron al proyecto inicialmente, por lo cual terminaron cancelándolo de manera definitiva, ante la presión de múltiples grupos ambientalistas, los cuales consideraron que el sitio debía mantenerse intocado, por ser un presunto santuario de anidación de las tortugas marinas.

El proyecto levantó gran polémica por parte de grupos ambientalistas, en donde incluso Greenpeace denunció que el predio fue vendido en 1998 a un precio "ridículo", pues por su alto grado de conservación y belleza natural "vale mucho más". La agrupación aseguró entonces, que Sol Meliá sólo pagó 2.5 millones de dólares por 45 hectáreas, es decir, 5.5 dólares por metro cuadrado, "precio absurdo para la playa más bonita de Quintana Roo, que combina duna costera con manglares y selva conservados hasta en un 86 por ciento".

Cabe recordar que en Xcacel-Xcacelito se pretendían construir cinco hoteles, que eran, el Villas Xcacel, Sol Xcacel (o Sol Palmeras), Club Xcacel, Turtle Reef y Meliá Paradisus, que en conjunto ofrecerían casi mil 500 habitaciones, que se realizarían con una inversión de unos 30 millones de dólares.

En tanto, el Home Port, desarrollo que se dijo se realizaría con una inversión de unos 25 millones de dólares, fue objeto del primer gran sisma que se ha registrado dentro del sector privado de Quintana Roo, pues polarizó los intereses no sólo de los grupos empresariales y sectoriales, sino que también de los grupos de poder.

En este punto el gobierno estatal jugó un papel en el que nunca se supo con certeza si era a favor o en contra del proyecto de Miguel Quintana Pali y el Grupo Xcaret, debido a que operó de manera coyuntural, de tal suerte que se ponía o parecía colocarse alternativamente de uno u otro lado, según se fueran presentando las cosas, aunque ciertamente la imagen del gobernador Joaquín Hendricks Díaz, normalmente apareció como promotor del proyecto.

En el caso de Hemisferia, un proyecto que se había dicho alcalzaría en su totalidad una inversión superior a los 250 millones de dólares, el gobierno estatal también tuvo una participación relevante como promotor del proyecto, el cual, como se sabe, naufragó luego del video escándalo del “Niño Verde”, Jorge Emilio González, el cual se vio envuelto en un caso de presunta corrupción, en el que si bien no hubo una participación o presunta responsabilidad de parte del gobierno del Estado, si fue clara la promoción abierta que hizo la administración estatal de este proyecto privado a través particularmente de Artemio Santos Santos, primero como secretario de Desarrollo Económico y, posteriormente, como titular de Turismo.

Cabe señalar que en este caso hay un asunto anecdótico que finalmente redundó en el respaldo abierto de parte del gobierno estatal.

Este hecho sucedió después del escándalo nacional en el que se vio envuelto el gobernador del Estado tras su celebre viaje a Europa en 2003, en el cual fue valconeado por su propia esposa, María Rubio Elogio, de haber realizado un periplo por el viejo continente en compañía de su amante, lo cual ocurrió en el momento en que el centro del Estado, el municipio de José María Morelos, vivía una emergencia por las inundaciones causadas por el paso del huracán Isidoro.

Ante el escándalo, Hendricks Díaz utilizó la intervención oportunista del que fuera principal promotor de Hemisferia, Francisco de Paula León, quien salió al quite para asegurar que ese viaje a Europa había sido para conocer importantes recintos feriales existentes en otras partes del mundo, como es el caso del de Milán, en Italia, y el de Frankfurt, en Alemania.

Con este espaldarazo, De Paula León, se echó a la bolsa al gobierno estatal, el cual, desde entonces, se convirtió en un abierto promotor del proyecto, que finalmente se derrumbó con el escándalo de “El Niño Verde”.

Finalmente, en lo que toca al proyecto del autódromo para la Fórmula Uno, el cual representa una inversión estimada en al menos 300 millones de dólares, todo parece indicar que éste será otro fracaso más de promoción de inversión de la actual administración estatal, debido a que simplemente no existen terrenos adecuados en donde se pueda establecer dicha pista de carreras, pues el predio inicial que el propio gobierno estatal pretendió aportar, le salió otro dueño y de esa forma ahora el mismo podría no realizarse, aunque el empresario hotelero José Chapur Zahoul, quien huele que ahí hay un gran negocio, se ha dado a la tarea de buscar un terreno alterno.

Estos son, quizá a groso modo, los errores y fracasos en materia de promoción de inversiones más relevantes del gobierno estatal que está por terminar.

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