REMODELACION DE LA PLAZA DE TOROS DE CANCUN



Por Alberto Barrios


El matador y empresario potosino Jorge Ávila Garibay es un referente obligado cuando se trata de contar la historia de esta ciudad turística. Antes de inaugurar en 1989 la Plaza de Toros en la Bonampak, junto con su socio por 25 años Manolo Espinosa Armillita, administraron una plaza portátil durante 4 años aproximadamente, entre 1985 y 1989, tiempo en el que celebraron 286 miércoles continuos de corridas “hasta que el huracán Gilberto nos visitó” para transformar al polo turístico más importante de México.
En plática con La Voz de Quintana Roo, desmiente que haya cedido, vendido o enajenado su propiedad en la Plaza de Toros de Cancún, ahora convertido en un cetro de espectáculos con capacidad para 5 mil 5 quinientos asientos, ubicado en una extensión de 8 mil 500 m2, que adquirió en 1987, conjuntamente con sus socios. Por el contrario, anuncia un profundo rediseño del inmueble en un plazo de un año para insertarlo dentro del concepto cosmopolita que despliegan los modernos edificios que están rodeando al coloso taurino que están colocando a Cancún en la vanguardia de las ciudades turísticas mundiales.
También aclara que es muy cuidadoso con las empresas que organizan espectáculos dentro de su inmueble. “No aceptamos a cualquiera, aunque estamos abiertos a todos. Las corridas de toros y algún otro evento los organizamos directamente nosotros, pero hay otros espectáculos deportivos o conciertos que organizan empresarios profesionales que deben cumplir con ciertos requisitos para que les rentemos el inmueble y para que la autoridad municipal se los autorice.”
Ante la especie que ha corrido respecto a su aparente retiro de la Plaza de Toros explica que “lo único que ha sucedido es que en los últimos dos años mi socio Manolo Espinoza tuvo a su cargo la dirección que hemos manejado conjuntamente, debido a que estuve dedicado a construir y abrir el Domo Sol, una plaza de toros y centro de espectáculos en San Luis Potosí, que se inauguró por cierto el pasado 13 de noviembre, con un éxito nacional e internacional”.
Está doblemente orgulloso de su más reciente aventura empresarial, porque aparte de ser socio propietario, la plaza de Toros de SLP “se diseñó por el arquitecto Pedro Ávila Ochoa, uno de mis hijos.”
Para tenerlo claro, ¿la plaza de toros de Cancún sigue siendo propiedad suya Matador?
Así es. No hay ningún cambio en ese sentido, más que el alternarnos la dirección mi socio, Manuel Espinoza Armillita y su servidor, Jorge Ávila, que somos directores de la empresa; estos dos últimos años él tomó el relevo mientras yo construía en San Luis Potosí el domo que se inauguró el pasado 13 de noviembre del 2010, con un cartelazo que toreo Enrique Ponce, Sebastián Castela, Arturo Macías “El cejas” y Pablo Sánchez, la nueva figura del toreo mexicano. El domo ya está operando. Ahora estoy aquí en Cancún.
¿Sigue toreando?
“Estoy momentáneamente retirado, pues el toreo requiere mucha concentración. Estoy en los últimos años de mi carrera como matador…y los últimos dos años he dejado de torear.
¿Cuándo fue su última corrida?
Mi última corrida importante fue en el 2006, el mano a mano con el Juli (Julián López). Los dos salimos en hombros los dos, cortando un par de orejas cada quien; fue una gran satisfacción, pues el Julio es figura máxima del toreo mundial y pues yo ya tengo más de 50 años: fue una gran noche taurina. Espero volver a torear, aunque lo hago pero en festivales que son más relajados, en beneficio de obras sociales u otros eventos, por ejemplo, el año pasado lo hice durante el cierre de campaña del ahora Gobernador Roberto Borge.
¿Se le ha escapado algún toro?
“No, en realidad no, aquí nunca se escapó ningún toro; antes de ésta, hubo una plaza portátil en unos terrenos donde está ahora el inicio del km 0, en la entrada de la zona hotelera, donde está la gasolinera; ahí tuvimos una plaza portátil que inauguramos en el año 84. Durante 5 años tuvimos corridas de toros, cada miércoles continuo, estableciendo un Record Guiness, hasta que nos visitó el huracán Gilberto.
¿Cuántas veces ha toreado?
“Más de 300 en toda mi carrera profesional como matador.”
¿Cornadas?
Como 6 ó 7, afortunadamente ninguna de gravedad. Es el riesgo que hay que pagar.
¿Y los hijos salieron con el gusto por la tauromaquia?
“No, los dos son arquitectos. Pedro hizo el proyecto arquitectónico del centro de espectáculos del domo de SLP y Manuel radica en Brooklyn, Nueva York, haciendo proyectos arquitectónicos.
Quienes están relacionados con la protección a los animales, consideran que el toreo no es arte, sino tortura, ¿Qué opina?
La fiesta de toros permite que el toro de lidia subsista en nuestro planeta; si no hubiera corrida de toros esa especie animal no existiría porque no tendría razón de ser. Solo existirían los toros para el rastro. El toro de lidia subiste en los campos de los países donde hay corrida de toros, Ecuador, Perú, Colombia, Venezuela, México e incluso en Estados Unidos. El gobierno del Francia ha declarado a las corridas de toros como una expresión cultural, una representación de la fuerza contra la inteligencia y el espíritu, concepto registrado en la literatura e historia de diversos países, incluyendo la antigua Grecia, en donde el toro forma parte de las mitologías literales de la cultura Griega y romana. No estamos peleados con la protección de los animales, deseamos protegerlos, deseamos que no desaparezcan. Si desaparece la fiesta de toros se extinguiría el toro de lidia que es un componente hermosísimo del mundo animal.
¿Cómo ha evolucionado el enfoque empresarial de la Plaza de toros?
Al principio fue el espectáculo taurino enfocado al mercado extranjero que nos visita, con la finalidad de que conociera nuestra cultura. Así fue durante los primeros 10 años, con los miércoles taurinos. En ese inter creció la zona, creció la población y la necesidad de otro tipo de espectáculos; por eso techamos la plaza en el 2002 y nos enfocamos hacia la población local, organizando conciertos, funciones de box y teatro. Desde entonces, nos hemos convertido en centro de espectáculos de Cancún.
¿Los ingresos por este tipo de eventos sobrepasan los registrados por los eventos taurinos?
No necesariamente. El show business, tanto en el toreo como en los espectáculos, es un giro de riesgos financieros, a veces ganas, otras pierdes, no siempre es exitoso. Lo que hemos hecho es apoyarnos con el negocio inmobiliario. Cuando construimos planeamos locales para negocios de alimentos y bebidas, así como oficinas en la segunda planta, mismas que arrendamos, lo que nos da el equilibrio cuando hay fallas en el giro del show business.
¿Hay planes de remodelación de la plaza de Toros?
Sí. Vamos a actualizarla con los desarrollos arquitectónicos de los inmuebles que nos están rodeando. Es un rediseño arquitectónico hecho por el arquitecto Axel Espinosa, hijo de mi socio Manolo Espinosa Armillita, en tanto que la supervisión está a cargo de mi hijo Pedro Ávila. Vamos a agrandar terrazas, arreglar la vialidad del estacionamiento con un solo sentido y modernizar la fachada. Una remodelación vanguardista para nuestro centro de espectáculos.
Ha sido testigo del crecimiento de Cancún, ¿qué opina?
El desarrollo de Cancún se puede comparar con los desarrollos más exitosos que hay en el mundo. Ciudades tradicionales como mi ciudad natal, San Luis Potosí, tardaron 4 siglos para tener unas centenas de miles de habitantes. Aquí en 40 años tenemos 800 mil. Lógicamente hay deficiencias en planeación urbana, con problemas en algunos servicios, pero hay disposición de autoridades y empresarios.

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